El éxito de la comida peruana en nuestro país y en el extranjero, ha tomado a nuestras distintas comunidades científicas por sorpresa. Pareciera que un tema tan espectacular como el de la gastronomía, no encaja en los patrones clásicos de hacer ciencia, ya sea desde las ciencias sociales o desde la biología, química orgánica, etc.
Hay excepciones valga decirlo, de hecho, cada vez más se toma conciencia de la importancia del tema. El 2010 por ejemplo, el Colegio de Sociólogos organizó un concurso sobre investigación en cocina regional y biodiversidad.
Otros departamentos académicos como la dirección de Ordenamiento territorial de la UNALM [link] se preocupan por investigar el origen de determinados cultivos en ciertos valles.
¿Qué hacemos en geografía para aportar al conocimiento de nuestra gastronomía? Es curioso que quien escribe haya sido un crítico de la geografía del Dr. Ciro Hurtado, cuya producción bibliográfica podría ser la más extensa en la geografía contemporánea, y que ahora ve en esa geografía tahuantinsuyana y ligada a la valorización de cultivos autóctonos, un interesante campo de investigación. Quizá el doctor Hurtado no haya querido transmitir precisamente eso, pero el hecho es que el aporte está ahí para cogerlo y usarlo. Esta nueva relación entre geografía agraria, cultural y gastronomía bien podría ser un campo riquísimo de investigación dentro de lo culinario y territorial.
¿Seremos los geógrafos capaces de asumir este nuevo reto? ¿Qué avances han surgido en el tema en otros países de la región y en Europa? Veamos… sucede que si bien el mediterráneo destaca por una culinaria antigua y generosa, las especias más cotizadas fueron traídas de Asia, y es de ahí dónde encontramos algunas investigaciones referentes en el tema:
El geógrafo taiwanés Heng-Chang Chi ha investigado sobre la transnalicionalización de la culinaria taiwanesa en restaurantes de Taipei (el realiza estudios de postgrado en la Universidad de Shefflied, su tesis es dirigida nada menos que por el geógrafo inglés Peter Jackson, pionero en la nueva geografía cultural junto a Cosgrove)
Una iniciativa similar es la de la Universidad de Texas de difundir la relación entre cultura y gastronomía japonesa en tiempos de globalización [Link], aunque no exclusivamente geográfica, tiene un componente geográfico relevante.
Me gusta como lo dice María Elena Cornejo en su blog "Mucho Gusto Perú":
Pensemos sin temor sobre las posibilidades que tiene la geografía a aportar a este nuestra gastronomía.
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